Es una historia de amor, de coraje, de trabajo y de mucha perseverancia, que empieza aquí en Austria, en la región de Tirol...
En 1933, tras la primera Guerra Mundial, Austria vivía bajo fuerte crisis económica. La población sufría con la falta de alimentos,
de dinero y de oportunidades...
La región de Tirol fue duramente afectada por la crisis. Además de la pérdida de parte de su territorio para Italia, los campesinos perdían sus tierras por no conseguír pagar sus impuestos...
Fue cuando el Ministro de la Agricultura de Austria, Andreas Thaler, resuelve dar un destino más seguro a su familia y para parte de su pueblo, promoviendo una inmigración para alguna región de América del Sur...
Después de investigar varios países suramericanos, la decisión recayó sobre el interior del Estado de Santa Catarina, en Brasil, dada la belleza de la región y su semejanza con el Vale de Tirol, en Austria..
s de larga viaje marítima y terrestre, aquí llegaron los primeros 84 inmigrantes. Inmediatamente empezaron preparar las glebas a ellos destinadas, plantar y construir sus casas...
Esta fue una de las primeras casas a sean construidas, de estilo rústico. Ella resiste hasta los días de hoy y representa uno de los marcos del surgimiento de la ciudad...
Un día Thaler va a una librería y se depara con un libro escrito en alemán llamado “Dreizehnlinden”, que significa “Treze Tílias”. Cuál no fue su sorpresa en aquel momento. Él no vaciló en atribuir el nombre de Treze Tílias al pequeño pueblo que había acabado de fundar..
Este es el árbol cuyo nombre es “Tila”, que dio origen al nombre del libro del poeta Wilhelm Weber, y después de la ciudad de “Treze Tílias”. Ella es de origen austríaca y se adaptó muy bien en la región...
Poco a poco nuevos grupos de inmigrantes de Tirol fueron llegando
(1933 hasta 1938).
Ellos no se mezclaban con los alemanes que aquí ya vivían,
preservando así la cultura tirolesa...
Tierra fértil, agua abundante, clima de montaña y mucho trabajo de aquellos bravos inmigrantes, resultaron en el progreso de la pequeña comunidad austriaca que se creaba en Brasil...
Treze Tílias creció, prosperó, quedó todavía más guapa, la tradición de las flores en las ventanas y en las calles y plazas fue mantenida, así como el cuidado con la limpieza de la pequeña ciudad...
Hoy con casi 6 mil habitantes, ella guardián los trazos de la arquitectura austriaca en sus edificios, hoteles y residencias. La sensación que da al visitante es de estar en pleno Valle del Tirol, en Austria...
Sus casas no tiene cercas o muros, la belleza de sus jardines encanta a todos. Todo es muy guapo y bien cuidado...
omía está basada en el turismo y en la agro-pecuaria, sobre todo en la producción de leche, donde a diario son procesados 1.400.000 litros del delicioso Leite de Tirol...
Hay toda una estructura aparejada para proporcionar momentos agradables a los turistas en esos paseos rurales, ofreciendo bienestar, diversión y contacto directo con la naturaleza..
La pequeña y chusca ciudad guardián todos los trazos de la cultura tirolesa, sea en la canción, en sus danzas, en el arte en madera, y hasta en el idioma, pues se habla correctamente el alemán y el portugués en la ciudad..
La linda Catedral de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, patrona de la ciudad, que tiene amplia mayoría de población católica...
Su interior es maravilloso y la mayoría de las misas cuenta con la participación de corales de la ciudad..
Hasta el cementerio al lado de la iglesia llama la atención por la
belleza y paz del lugar..
Av. Ministro João Gleophas, la principal avenida de Treze Tílias,
como toda ciudad, muy limpia y bien cuidada
lios y bellos hoteles atienden los huéspedes con un servicio de primerísima calidad, como es el caso del Park Hotel..
hí está él, el maestro, participando del gran desfile que la Colonia Tirolesa realiza a mediados de octubre de cada año, durante la realización de la grande “TIROLERFEST”..
Un grandioso desfile con muchas canciones y danzas folklóricas, bandinhas, mucho chopp y deliciosos platos tiroleses,
pueden ser apreciados durante la fiesta..
La impresión que se tiene es que todos los habitantes bailan y tocan algún instrumento musical, pues es increíble el número de bandas y grupos de danzas folklóricas en la ciudad..
Nada más, nada menos, que una orquesta entera de Austria viene participar todos los años de la grande TIROLERFEST, ejecutando bellas valses vienenses y las campantes canciones tirolesas..
Fuente: Edison Piazza - Piracicaba
