Originario de China, el Kiri o Paulownia es capaz de crecer en suelos infertiles y absorbe diez veces mas dióxido de carbono que cualquier otra planta, por lo que los expertos en la materia confían en que podría salvar al mundo. A través de una prueba piloto, el gobierno puntano evalúa la adaptación de esta especie en suelo local y ansían producir ejemplares para todo el pais.
En
suelo puntano ya crecen los primeros ejemplares del Kiri o Paulownia,
un árbol con múltiples beneficios para combatir el cambio
climático, promover el crecimiento industrial y embellecer aún más
los espacios naturales.
La
iniciativa es llevada a cabo por el Gobierno de San Luis, a través
del Ministerio de Medio Ambiente, Campo y Producción, con el fin de
evalúar el desarrollo y la adaptación de la especie en la provincia
y hacer que la provincia sea pionera en la producción masiva de esta
especie tanto para el territorio puntano como para el resto del país.
Como
prueba piloto de este proyecto, se realizaron plantaciones en las
áreas de descanso ubicadas en la Autopista El Saladillo, tramo que
une El Volcán con La Toma; según dio a conocer recientemente la
prensa oficial.
Los
expertos en la materia hablan de esta planta como la especie que
podría salvar al mundo, al ser el mejor aliado natural para la lucha
contra el cambio climático y la desertificación. Originario de
China, puede tener hasta 27 metros de altura y se caracteriza por
tener grandes hojas y llamativas flores de color violeta.
Se
lo popularizó como el árbol más fuerte del mundo debido a que una
de sus cualidades principales es la capacidad de resistencia a
agresiones extremas, como el fuego, ya que puede regenerar sus raíces
y vasos de crecimiento de forma rápida, incluso en terrenos casi
estériles.
Suele
utilizarse como planta pionera en terrenos poco fértiles, dado que a
partir de sus hojas, ricas en nitrógeno, aportan nutrientes al caer
y descomponerse en el suelo, mientras que sus raíces previenen la
erosión.
Como
si esto fuera poco, la planta absorbe 10 veces más dióxido de
carbono que cualquier otra planta del mundo, por lo que genera una
emisión de grandes cantidades de oxígeno, lo que lo convierte en un
aliado ideal para la lucha contra el cambio climático.
La
Paulownia es utilizada también para la recuperación de suelos
contaminados, logrando revertir la situación de la tierra y
dejándola apta para el crecimiento de especies vegetales. En caso de
que el crecimiento no haya sido del todo satisfactorio por alguna
razón como ataques de plagas, malas técnicas culturales o
accidentes, basta con cortar de nuevo la planta a ras de tierra a
principios de primavera.
Actualmente, esta
especie sólo se comercializa en el Norte argentino. En este marco,
el Programa Forestal y Frutihortícola recientemente puesto en
marcha en San Luis, supone un importante centro de distribución
hacia el resto de las provincias, dado su ubicación estratégica.
Según
dio a conocer el gobierno puntano, a partir de este ambicioso
plan, se buscará posicionar a San Luis como productor de
especies forestales (actualmente, el 95% de las especies que se
comercializan en la provincia provienen de viveros de Buenos Aires,
San Juan y Mendoza). A su vez, promover el uso de Paulownia en
producción ganadera (silvo-pastoril) y fomentar la producción para
crear industrias madereras.
Por
ahora, habrá que esperar el crecimiento de los primeros Kiris. “A
través de estas evaluaciones buscamos ver el desarrollo del árbol
en nuestro suelo”, indicó la responsable del proyecto, Mariela Di
Gennaro. El kiri podría salvar regiones hoy desertificadas, como el
noroeste pampeano.
Fuente: El
Federal