5 sept 2016

#CAMINOdelINCA (#Qhapaq Nan) 5


En Chile, el Camino del Inca llega hasta Santiago pasando de manera más visible por Pica, San Pedro de Atacama y Copiapó. Por allí recorrían los Chasquis o mensajeros del Imperio Inca. 

En el caso de la Región de Antofagasta, es decir en Atacama La Grande y Alto El Loa,
destacan por ejemplo el Tambo de Catarpe en las cercanías de San Pedro de Atacama, el Pukará de Turi, el nacimiento del Río Loa en el volcán Miño y una huella poco antes de llegar a Socaire, entre muchos otros.

A fines del siglo XIV, los pueblos originarios que habitaban el norte de Argentina ya habían tomado contacto con la milenaria cultura inca. 

De ese intercambio cultural, algunos testimonios llegaron a conservarse hasta nuestros días. 

Entre ellos se destaca la magnífica red caminera de mas de 8.500 km de extensión, ubicada entre los 1.000 y 4.000 metros sobre el nivel del mar, donde esta antigua civilización procuró construir a lo largo de todo este territorio una obra de edificación que bien puede ser comparada con el antiguo Imperio Romano.

Así fue como el Gran Camino Inca o Qhapaq Ñan en quechua, se iniciaba en el Cusco de Perú, se dirigía hacia el norte hasta Quito en Ecuador y hacia el sureste de La Paz en Bolivia, extendiendo sus ramificaciones hasta Argentina. Así, por Humahuaca y Purmamarca en Jujuy, Abra del Acay, Cachi, Angastaco y Tolombón en Salta, Antofagasta de la Sierra, Punta Balastro, Londres y El Puesto en Catamarca y franjas de territorio en Santiago del Estero bañadas por los ríos Dulce y Salado, es el territorio que alcanzaba el Camino del Inca. 

Donde las rutas atraviesan profundos valles, altísimos montes, cumbres y cascadas, interminables senderos nos llevan a esta gran aventura cultural y a recorrer este maravilloso paisaje norteño de Argentina.

Entre los establecimientos incas más importantes en Argentina, se encuentran el Potrero de Payogasta en Salta, la Tambería del Inca en La Rioja, el pucará de Aconquija y el Shincal de Londres, ambos en Catamarca, el pucará de Tilcara en Jujuy y las ruinas de Quilmes en Tucumán, la mayoría de las cuales eran preincaicos y fueron organizados en una red urbana dentro de su imperio, estableciendo en ellos puestos de control militar.


Pucará de Tilcara es una fortaleza construida por los tilcaros, una parcialidad de los omaguacos, en un punto estratégico sobre la Quebrada de Humahuaca, 
en la provincia de Jujuy, Argentina.


Los restos arqueológicos de Ingapirca son los vestigios más importantes de origen inca  en Ecuador. Tenían un objetivo estratégico en las campañas militares incas de avanzada hacia el norte de Ecuador, sin embargo, su objetivo más importante era el de ser lugar de adoración al Sol, máximo Dios Inca. 
(Fot. Edu León)


Los restos arqueológicos de Ingapirca son los vestigios más importantes de origen inca  en Ecuador. Tenían un objetivo estratégico en las campañas militares incas de avanzada hacia el norte de Ecuador, sin embargo, su objetivo más importante era el de ser lugar de adoración al Sol, máximo Dios Inca. 
(Fot. Edu León)

El Qhapaq Ñan, una parte de sus restos que atraviesan el actual Ecuador, puede ser observado desde Achupallas, provincia de Chimborazo, hasta San Lucas, en Loja. Una fracción representativa de esta ruta y que es aún visible, se ubica en la provincia del Cañar.

El vestigio arqueológico más importante del Camino del Inca que atraviesa el territorio ecuatoriano, se localiza en la Región Interandina; el mismo recorre una zona montañosa cubierta de pajonales, lagunas e innumerables fuentes de aguas en medio  de un terreno irregular, característico de la geografía andina.

El Qhapaq Ñan cruza la provincia de Chimborazo, llega al Cañar y recorre lugares como Paredones, Culebrillas, Ingapirca, Cojitambo, Pachamama. 
En la provincia del Azuay también recorre varios sitios como Turi, Luspa, Tambo de Taita Chugo en el Parque Nacional El Cajas, Nabón y Dumampara, entre otros, hasta llegar a Saraguro en la provincia de Loja


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