Florencia, Italia, es la ciudad cuna del Renacimiento y donde se respira arte por todas partes.
La ciudad poco a poco fue floreciendo culturalmente cuando comienza a surgir, de la mano de Lorenzo de Médicis, un peculiar interés por las artes.
Con el impulso del Rey, comenzaron a surgir diferentes artistas y personajes célebres, que
perdurarían en la historia como los más grandes maestros del arte de todo el mundo y asimismo, como precursores del llamado Renacimiento.
Así encontramos nombres como Leonardo da Vinci, Rafael, Miguel Ángel, Botticelli, Boccaccio o al mismísimo Maquiavelo.
Todos ellos intentaron dejar atrás la Edad Media en el campo artístico, y comenzar a revivir la pasión por el arte que poseían los griegos, y en menor medida, los romanos.
Este fomento de las artes también se ve reflejado en la arquitectura del lugar, donde encontramos edificios que bien vale la pena mencionar.
Uno de ellos es El Duomo de Florencia, la Catedral más importante del mundo, una de las obras cumbre de la arquitectura mundial y que forma una de las estampas más bellas de Italia.
El significado de la palabra Duomo en castellano es casa. Cuando se hace referencia a ‘Il Duomo’ se está hablando de la casa de Dios.
No se habla de Duomo para todas las iglesias, sino que se hace exclusivamente para hablar de las catedrales.
Santa María dei Fiori es la cuarta catedral más grande de Europa, después de la Catedral de San Pablo, la Catedral de Saint Paul en Londres, y el Duomo de Milán.
Consagrada a Santa María dei Fiori, su nombre (que se traduce como “ Santa María de las Flores”) se refiere al lirio, símbolo de Florencia.
Es una catedral enorme que se construyó entre los siglos XIV y XV, en estilo gótico italiano por obra de Arnolfo di Cambio.
Sus característicos mármoles rosados, verdes y blancos que cubren sus fachadas le otorgan un encanto único, completado con sus puertas, sus frescos del interior, sus esculturas.
La fachada realizada en mármoles blancos, verdes y rosas forma una unidad en armonía con la catedral, el campanario de Giotto y el baptisterio
La fachada entera está dedicada a la Madre de Cristo.
Los mosaicos de las lunetas que se hallan encima de las puertas representan (de izquierda a derecha): Caridad entre los fundadores de instituciones filantrópicas Florentinas, Cristo en el trono con María y Juan Bautista; Artesanos florentinos y mercaderes y humanistas rindiendo homenaje a la Fe.
El frontispicio encima del portal central contiene un medio relieve que representa a María entronizada empuñando un cetro florido.
Encima de la fachada hay una serie de nichos con los doce Apóstoles y, en el centro, la Virgen con Niño.
Entre el ventanal rosa y el tímpano hay una galería con los bustos de grandes artistas florentinos
Las tres puertas de bronce están adornadas con escenas de la vida de la Virgen.
Biblioteca de Florencia
Foto de P&J, gracias