El Toro de Wall Street es todo un símbolo del distrito finaciero de Nueva York, lo que no muchos saben es que no pertenece a la ciudad sino al artista Arturo Di Modica, que en 1989 y tras gastarse 360.000 dólares en él, dejó el toro, lógicamente con la ayuda de una grúa, frente al edifico de la bolsa en lo que podría calificarse como un acto de vandalismo artístico. Un regalo a los neoyoquinos, según él, que representa a un toro a punto de embestir, símbolo del alza en Wall Street. El ayuntamiento en un primer momento retiró la escultura de bronce, para más tarde
ubicarla en Bowling Green tras la presión popular.
Así, Di Modica se salió con la suya y el Charging Bull es una de las grandes postales de la ciudad.
El nuevo planetario del Museo de Historia Natural de Nueva York es simplemente asombroso y uno de los nuevos y fascinantes contenedores del arte. El Centro Rose para la Tierra y el Espacio ilumina la noche neoyorquina con su gran cubo de cristal y su gigantesca esfera de 26,5 metros de diámetro obra del arquitecto James Stewart Polshek. Todo un mini planeta con satélites en la Gran Ciudad.
Los misterios del edificio Dakota de Nueva York
El mismo en el que vivió John Lennon, también lo hizo un misterioso mago de la brujería, Gerald Brossau Gardner, que aseguraba poder invocar a las fuerzas ocultas de la naturaleza. Desde entonces en su interior quedó abierta una ventana hacia lo desconocido. La historia inspiró a Roman Polansky para su célebre filme 'La semilla del diablo', a cuyo rodaje se negaron miembros de diversas sectas satánicas que se manifestaron en el exterior ., entre los que se encontraba Charles Manson, que más tarde lideró el ataque contra la casa californiana del director, donde asesinaron a su mujer, la actriz Sharon Tate.. En la actualidad, y pese a este historial, las celebrities aún se pelean por vivir aquí, cosas de la fama, supongo…
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