Incluso crearon sus propias capillas para las oraciones. Tal vez, el más sorprendente legado es la enorme catedral subterránea que ha llegado hasta nosotros.
Después de 150 m de descenso por escaleras de madera, el visitante podrá descubrir lugares increíbles. Lo más sorprendente, por su tamaño y audacia, es la Capilla de Santa Kinga. Durante siglos, los polacos han sido católicos devotos y la construcción de la capilla fue más que una afición para luchar contra el aburrimiento: un acto de fe.
Incluso las arañas son de sal, que requieren una laboriosa ejecución.
La sal de roca natural es de color gris, con diferentes tonos, como el granito.